UN TREN LLAMADO “DESEO”
Corría el año 2001 y en Almería ya empezaban a llegar a nuestros oídos cantos de sirena sobre la llegada del AVE a nuestra provincia. Fue durante el gobierno de Jose María Aznar y a través del presidente del Partido Popular de Almería, Luis Rogelio Rodriguez-Comendador quien, a bombo y platillo, fijó fecha para el viaje inaugural en el año 2007. Hace ya 22 años de ese anuncio. Casi un cuarto de siglo después, tras una crisis que nos dejó tiritando, una pandemia que casi se nos lleva por delante y una guerra que asfixia nuestros bolsillos, aún estamos viendo cómo se hormigonan los pilares que sujetarán las traviesas y las vías que guiarán al tan ansiado tren de alta velocidad hacia nuestros hogares. Es decir, queda todavía mucho para que, al fin, podamos disfrutar de una conexión con el resto de la península propia del S.XXI. Durante todo este tiempo, gobiernos provinciales, regionales y nacionales, de los dos colores principales nos han venido prometiendo lo que, bien por desidia, bien por imposibilidad, no podían cumplir. Pero no vamos a entrar en detalle sobre el largo historial de desdenes y promesas incumplidas a lo largo de todo este tiempo puesto que para eso existe ya una basta y extensa hemeroteca de artículos y declaraciones que documenta todos y cada uno de los despropósitos a los que nos han sometido a los almerienses.
PENSEMOS EN POSITIVO
La buena noticia es que “ya queda menos”. ¿ Cuanto?. Lo desconocemos. Sabemos lo que nos han contado (año 2026), pero dado el largo historial de promesas no cumplidas cuesta creerse una más. Aún así, lo cierto es que sí, queda menos. Desde hace tiempo cualquiera que circule por la Autovía A7 en dirección hacia Almería puede ver el avance de las obras con cierto optimismo. Maquinaria de toda índole retirando tierra, grúas transportando material, hormigoneras yendo y viniendo, operarios afanados en sus trabajos etc… todo ello en una composición “cuasi artística” de ingeniería civil que hace que se nos empañen los ojos en una mezcla de emoción, incredulidad y, al mismo tiempo, escepticismo. ¿ Será verdad?, ¿continuará el ritmo de las obras sin más altibajos?. Sea como fuere, a estas alturas, tampoco nos sorprendería un retraso de uno o dos años más hasta que podamos hacer uso de este servicio puesto que las obras, obras son y no dejan de ser impredecibles pero, ya llueve menos.
BIENVENIDO “MR. AVE”
¿ Por qué tanta esperanza e ilusión en esta infraestructura?. Es vox populi el grado de aislamiento de la provincia de Almería sufre, no sólo con el resto del país si no ya, incluso, con sus provincias limítrofes. Salvando la red estatal de carreteras y autovías, el resto de opciones de transporte apenas pueden ser consideradas como tal: un aeropuerto internacional cuyo monopolio de vuelos a la capital lo “okupa” IBERIA con precios ciertamente prohibitivos siendo, en muchos casos, más económico volar a Londres que a Madrid; una red ferroviaria prácticamente inexistente y manirrota cuyos vagones son conducidos por cabezas locomotoras de otros tiempos las cuales, además, para colmo de los colmos, sufren averías constantes que evitan poder ofrecer un mínimo de calidad en un servicio, ya de por sí, de otro siglo. A pesar de todo Almería mira hacia adelante y esperamos la llegada del AVE como agua de mayo, no porque vaya a ser la solución a todos los males, si no porque supone retirar una piedra más de un camino empedrado obstáculos y agravios que, históricamente (al menos en los últimos 20 años), han impedido que la provincia pueda coger una velocidad de crucero para la cual ya está preparada y a la que, hasta ahora, no la han dejado acelerar. Ni tan siquiera aproximarse.
Almería está llamada a ser una de las locomotoras económicas de Andalucía. Los tres pilares básicos que sustentan nuestra economía, agricultura, turismo e industria del mármol, crecen año tras año a ritmos elevados a pesar de los constantes palos en las ruedas de nuestras empresas.
¿ Por qué el AVE? Porque necesitamos dar salida a nuestros productos, hoy por hoy transportados por carretera con un sobre coste que lastra nuestra competitividad con respecto a nuestros rivales. Amén del transporte de mercancías, necesitamos una moderna red de transporte de pasajeros que nos comunique con el resto de la península y de Europa. Por eso tenemos tantas expectativas con las estaciones de AVE programadas en Almería capital y Vera. Si Almería es una isla con respecto al resto de España, el Levante Almeriense pertenece a otro sistema solar. La estación de AVE proyectada en la zona de la Media Legua de Vera, a espaldas de la base de la conocida empresa Garciden dará servicio no sólo a los vecinos de esta comarca si no a los de pueblos y comarcas próximos quienes podrán evitarse los casi 150 kilómetros de distancia que nos separan de la ciudad de Murcia donde, desde diciembre de 2022, ya disfrutan de los trenes de alta velocidad de RENFE.
Estación de AVE de Vera proyectada en el año 2011
Y CUANDO LLEGUE, ¿QUÉ?
¿ Qué podemos esperar?. En primer lugar mejorar nuestra calidad de vida teniendo mejores comunicaciones con núcleos urbanos de media distancia como Almería, Murcia o Alicante, a donde podremos desplazarnos sin esfuerzo a reuniones de trabajo, de compras o simplemente por turismo. No sólo eso. El AVE nos acercará también a Madrid, o lo que es lo mismo, al mayor aeropuerto internacional del país y quinto de Europa por volumen de pasajeros. Es decir, estaremos más y mejor conectados con europa y con el resto del mundo. Ya no dependeremos tanto de los abusivos precios de IBERIA en sus vuelos con la capital. Podremos plantearnos ir un fin de semana a disfrutar de un musical o del teatro sin tener que depender del vehículo conduciendo largas horas hasta destino, o simplemente para visitar amigos o familiares.
El AVE nos acercará al mundo y el mundo se acercará a nosotros. Acortar distancias con la capital de España y otras ciudades también nos hará más atractivos a ojos de los turistas e inversores (nacionales y extranjeros). Confiamos en que la mejora en la comunicación nos ayude a romper algo más la estacionalidad en los meses de invierno, sobre todo en los destinos turísticos como Mojácar, Garrucha o Vera. Muchos de los propietarios de segunda residencia del Levante Almeriense, cuyas visitas a la comarca se suelen reducir a puentes, Semana Santa o las vacaciones de verano y que proceden del interior del país podrán plantearse disfrutar de sus viviendas de vacaciones los fines de semana o, incluso, permutar su residencia habitual por la que tienen en propiedad en la costa.
Atraer más visitantes también traerá consigo más inversión. Aumentará la demanda de vivienda, residencial y vacacional, sirviendo de cebo a promotores inmobiliarios de otras latitudes que apartaban la mirada cuando de Almería se trataba y que, esta vez, fijarán su atención para el desarrollo de nuevas promociones que satisfagan la creciente demanda. El desarrollo inmobiliario traerá consigo más puestos de trabajo, más población, más turistas… y, con ellos, empezaremos a ver cómo marcas comerciales que hasta ahora sólo podíamos disfrutar en ciudades vecinas se empiezan a establecer. En resumidas cuentas, la llegada del AVE supondrá un antes y un después para toda la provincial en general y para el Levante Almeriense en particular.
Relacionados
