Almería cerca de superar a Córdoba

ALMERÍA CERCA DE SUPERAR A CÓRDOBA Y HACERSE CON EL TÍTULO DE “QUINTA PROVINCIA DE ANDALUCÍA” (POR POBLACIÓN)

La provincia de Almería está de moda. No lo decimos nosotros, lo dice, año tras año, el I.N.E. (Instituto Nacional de Estadística) con sus constantes actualizaciones de datos económicos y demográficos que nos proporcionan una instantánea precisa del estado del conjunto del territorio y, profundizando más, poniendo la lupa en los datos, a escala regional, provincial e incluso local de todos y cada uno de los 8.124 municipios que conforman España. Así las cosas, hemos decido prestar atención a la evolución de la población de las 8 provincias andaluzas desde el año 2000 hasta el día de hoy y resulta interesante observar cómo han evolucionado las distintas provincias a lo largo del S. XXI con tendencias claramente dispares. Pese a que el crecimiento de la region a lo largo de estos años es notorio con una tendencia claramente alcista, también lo es el hecho de que no todas las provincias se han comportado de la misma forma. A tenor de los datos obtenemos las siguientes conclusiones:

1. SEVILLA sigue siendo la capital de Andalucía y no sólo administrativamente sino, también, por tamaño poblacional, aunque MÁLAGA le está pisando los talones con aumentos (en términos relativos y absolutos) muy superiores, año tras año, a los de la capital andaluza. A tenor de los datos, y siempre que las tendencias de ambas provincias se mantengan, es cuestión de tiempo que la provincia de la Costa del Sol termine superando a una Sevilla que parece mantener una tendencia casi plana basada principalmente en el crecimiento vegetativo. A diferencia de esta, Málaga mejora los datos gracias, además, a la fuerte aportación de la inmigración que recibe.
2. CÁDIZ, con algo más de 1.2 millones de habitantes, ostenta la tercera posición manteniendo una tendencia plana, sin apenas alteraciones en las últimas dos décadas, aunque su amplia distancia con la siguiente provincia (Granada) parece lo suficientemente amplia como para mantenerse en el podio durante un largo tiempo.
3. Con tendencias claramente bajistas encontramos a las provincias de CÓRDOBA y JAÉN cuyos crecimientos están basados principalmente en la natalidad y no tanto en la inmigración.
4. Con tendencias alcistas, aunque a distintas velocidades, encontramos a ALMERÍA, GRANADA y HUELVA. Entre ellas destaca el dinamismo de Almería cuya población ha aumentado casi un 50% con respecto a los registros del año 2000. Si bien la diferencia con Granada es todavía amplia, la evolución de ambas conduce a pensar que este rango se irá estrechando poco a poco hasta alcanzar un “adelantamiento” que podría producirse a finales de la próxima década. Huelva, por contra, mantiene un ritmo más suave pero constante. Podría decirse incluso que un ritmo algo más sano puesto que incrementos de población bruscos pueden producir deficiencias temporales en los servicios a los ciudadanos dado que las administraciones, generalmente, no suelen responder a los cambios de manera instantánea.

Con los datos en la mano observamos la estrecha brecha que separa a las provincias de Córdoba y Almería. Históricamente la provincia de la mezquita siempre ha sido una tierra de mayor dinamismo económico y demográfico, y aunque Almería ya supera en PIB per cápita a los cordobeses, estos tienen, todavía, una producción total (PIB) algo más elevada que la almeriense. Retomando el asunto que nos compete, y dejando al margen los datos económicos, las tendencias opuestas (Córdoba negativa y Almería positiva) nos llevan a la conclusión de que el sorpasso entre ambas provincias es inevitable en pocos años. Si las tendencias se mantienen y no hay eventos (crisis económicas o pandemias) mediante, es muy posible que Almería supere en población a su homólogo andaluz entre los años 2025 y 2026.

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Datos proporcionados por INE (https://www.ine.es/)

En conclusión, se observa claramente un mayor dinamismo en la provincias costeras de Andalucía, con especial mención a MÁLAGA y ALMERÍA, con crecimientos muy superiores al resto de sus vecinos andaluces lo que se ve reflejado en mayores movimientos migratorios con saldos positivos que se suman al crecimiento vegetativo de la población. En el lado opuesto se encuentran las provincias de interior que sufren un estancamiento en sus cifras de población, con ligeros saldos negativos año tras año, viéndose superadas por sus provincias vecinas y sin atisbo de cambio en esta tendencia de decrecimiento.